El ritmo es la proporción guardada entre los acentos, pausas y repeticiones de diversa duración en una composición musical. Para la Música, el ritmo no es tan solo una parte fundamental junto con la armonía y la melodía, sino que es la piedra angular y sin duda la más importante de las tres.

Podemos tararear o silbar una melodía, bailar al son de un ritmo caribeño o disfrutar de los acompañamientos armoniosos de una tonada, pero todas estas expresiones musicales requieren de un armazón que las sustente y ordene, de ahí la relevancia del ritmo, ya que sin él no existe la música, pues solo percibiríamos sonidos inconexos que no sabrían relacionarse entre sí, no desarrollarían un argumento ni tendría sentido estético o práctico.

Por tanto, la enseñanza del ritmo en Música a temprana edad y con una metodología efectiva es fundamental. Debemos convencernos de que la educación es un proceso global que precisa de la colaboración de las diferentes áreas educativas, en aras de lograr un aprendizaje pleno y atractivo para el alumno. Trabajar la proporción con las Matemáticas, la entonación y la poesía desde Lengua o la coordinación desde Educación Física son solo algunos de los ejemplos sobre los que podemos empezar.

Es importante que los alumnos perciban la utilidad de aquello que están aprendiendo. Muchas veces nos hemos encontrado frente a nuestros alumnos y nos han preguntado que para qué les va a servir en un futuro saber hacer derivadas, aprenderse un romance o memorizar la lista de los reyes godos. Sabemos que el objetivo del proceso educativo no radica tan solo en el hecho de adquirir conocimientos, sino también en el de desarrollar las capacidades y potenciales de nuestros alumnos, pero eso no debe impedirnos que aquello que les enseñemos, pueda tener aplicaciones reales, y no solo que las tenga, sino que el alumno también las perciba, haciendo todo el proceso educativo más ameno para el discente.

La introducción de la batería en el aula nos va a permitir enfocar el estudio del ritmo de una forma más cercana y atractiva, pues van a poder tocar un instrumento con un amplio margen de actuación, en el que interpretarán una variedad enorme de ritmos, tan sencillos o complejos como deseemos. El margen que nos permite la batería es incomparable a cualquier otro instrumento de percusión.

El profesor encontrará en la batería un gran aliado que conseguirá emocionar y atraer a su alumnado, a la vez que le otorgará un enorme rango de posibilidades educativas que mejorarán y ampliarán la experiencia de su alumnado.