La nueva realidad nos obliga a reinventarnos a todos, lo cual es una buena excusa para plantear ciertas actividades desde otro punto de vista. Por ejemplo, los alumnos de 1º de bachillerato han realizado en el propio aula una práctica utilizando el cañón del laboratorio. Como todos los alumnos no pueden estar manipulando todo el instrumental, se ha optado porque cada uno de ellos realice un tiro parabólico en su casa y analice ciertos parámetros.

El resultado demuestra, una vez más, que la física nos rodea y nos afecta mucho más de lo que podría parecer y que los conceptos teóricos vistos en el aula se entienden, se comprenden y se interiorizan mejor cuando se experimentan en primera persona.