Una de las ventajas de tener el colegio fuera de Logroño es que estamos ubicados en pleno campo. Esto, para la materia de Biología, es un lujo. En estas semanas, podemos observar la naturaleza en pleno esplendor y sin necesidad de movernos del cole.

Como estamos en época de cría, son muchos los pollos de aves que, en sus primeros vuelos, caen al patio. Los alumnos saben que no deben tocarlos pero en algún caso, hemos tenido que ayudar a los pollitos. Tal es el caso de este pollo de mirlo que sostienen Marcos e Iñigo, al que alimentaron y cuidaron dos semanas.Una vez recuperado, ha sido reintroducido en su medio natural. Otros pollos que han ido apareciendo y que los alumnos han podido observar de cerca han sido de especies como la tórtola turca, que apareció en el frontón, una lavandera al lado del comedor, gorriones y aviones comunes varios. También apareció un pollo de carbonero común y otro de torcecuellos, un tipo de pájaro carpintero con muy mal genio. Pero la estrella este año ha sido un pollo de alcaraván que nos trajeron de Entrena, un ave esteparia en peligro de extinción. Inmediatamente llamamos al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera que se hicieron cargo de él. Los alumnos aprenden de esta manera a diferenciar unas especies de las otras. Conocer la naturaleza en su propio medio nos ayuda a inculcar a los alumnos el respeto y la sensibilidad necesarias para poder cuidarla en el futuro.